Ayer entró en mi casa un petirrojo y el pobre estaba al borde de un ataque al corazón, intentando escapar por todas las ventanas, pero al estar cerradas se pegaba golpes y no paraba de revolotear.
Pude hacerle algunas fotos pero me daba lástima y le abrí una ventana pronto.
Subo esta donde parece que le gustó para posarse la ramita pintada en un cuadro que mi hija hizo hace tiempo de un Teckel que ya murió hace un par de años de viejo.