Pascual, lo que he explicado son los conceptos que se manejan para el arte abstracto dentro de la historia del arte. Para estudiar la abstracción hay que remontarse a la pintura primitiva, porque es esquemática, se refiere a ideas y representaciones ideales, pero nunca retrata sujetos particulares (para esto utiliza las huellas, que sería el antecedente más antiguo de lo fotográfico, sustituyendo la luz por pigmentos soplados).
Ajá, en mi caso yo te estoy hablando de dicho concepto desde el punto de vista de la escala de iconicidad, que estudiamos en asignaturas tipo cultura audiovisual, etc (yo estudié Bellas Artes en su día).
En Cult Aud estudiamos las funciones de las imágenes (siendo las tres principales, informativa, simbólica y estética) y en la función simbólica ya está recogida toda la carga de las imágenes que representan conceptos generales (a priori, aunque puedan representar también conceptos particulares, por ejemplo estados de ánimo) y conceptos abstractos (religión, nación, marcas,...)
Volviendo a la anteriormente citada escala de iconicidad, por lo que me dices, veo que en ese modelo de abstracción que tú me dices cabrían los cuatro últimos niveles de iconicidad, Pictogramas (imágenes que son reducidas a su mínimo valor figurativo, a los más esencial, y que como tal abarcan generalidades), los Esquemas Motivados (como podrían ser mapas o esquemas, o incluso ciertas pareidolias), los Esquemas Arbitrarios (como podría ser una señal de tráfico) y lo que finalmente llamamos Abstracción, que sería lo que tú refieres como abstracción absoluta.
Me resulta curioso y a la vez me fascina que un mero concepto pueda tener tantas interpretaciones desde áreas del conocimiento tan cercanas como el arte y la historia del mismo, por señalar este particular.
Por supuesto la historia no acaba ahí y corrientes relacionadas con el concepto de abstracción reaparecen con nuevos sentidos. Has citado por ejemplo a Pollock. Si te das cuenta, la pintura de Pollock (y de otros “expresionistas abstractos”) sí tiene un referente exterior, solo que no es icónico sino “emocional” (Rothko, De Kooning...)
Cierto, pero en la escala de iconicidad aludimos a un referente visual. Yo como artista considero, no obstante, que el componente emocional es prácticamente ineludible en casi cualquier área de expresión humana.
Lo bueno del arte es que nada es siempre igual y todo se metamorfosea.
Salud!
Cierto, cierto. Y es un derecho inalienable, que no se nos olvide, porque algún día también querrán quitárnolo.
Un abrazo.