Hace un par de días estuve en Pamplona unas horas y aproveché para hacer unas cuantas fotos. Un puñado de ellas se las hice a la gente que se ganaba la vida en la calle de direrentes maneras.
Hay cosas que uno tiene que aprender en Pamplona si o sí.
Un reflejo en unas gafas-manta.
Músicos africanos callejeros.
Un grupo de percusión que amenizaba los rincones de Pamplona por los que pasaba.
Decir que la cantidad de gente que había dificultaba algo la tarea, y que no suene a excusa.