¿Y dónde acaba?
Buenos colores y nitidez en los edificios, sin embargo las matrículas y peatones no se ven bién.
El cielo es inexistente.
Pues acaba justo al final.
Es verdad lo de las matrículas, un desastre que no tengo ni idea de cómo resolver.
El cielo existía, de momento el apocalipsis no ha llegado a la Gran Vía (aunque muchas veces lo parezca). Simplemente, estaba blanquecino
. No siempre tiene que ser de un azul intenso, o con unas nubes maravillosamente algodonosas, o dramáticamente tormentoso. El nublado estándar, grisáceo y uniforme también existe, y sigue siendo cielo; y no creo que sea razón para no incluírlo en la foto. Pero me parece muy respetable que, según tu criterio, un cielo gris sea un cielo inexistente. Aunque estás equivocado.
Saludos.