Como no he podido esperar al fin de semana, lo he estrenado con lo que tenía más cerca. Y la verdad es que el objetivo promete.
Os presento a Lorza. Así es ella, de mirada limpia y cristalina, pero siempre rodeada de un halo oscuro repleto de misterio.
La iluminación de la foto está realizada utilizando métodos de extrema complejidad tecnológica: puse un papelito sujeto con un celo a modo de difusor en el flash integrado de la cámara.
Tiene un recorte bastante contundente (40%, más o menos).