Me permito un chiste porque estoy que no me lo creo. El enfoque con poca luz de la K-5 me ha dejado en estado de shock. Antes, este tipo de fotos las tenía que hacer con enfoque manual para estar completamente seguro de mi enfoque, pero ahora con la K-5 me permito usar el enfoque automático con total seguridad de acertar. Entre los pasados festivales de Jazz de Getxo y de Vitoria he disparado más de 1.500 fotos, de las que he descartado por causa del enfoque no más de media docena. Siempre he dicho que las fotos de conciertos son el mayor reto por causa de la iluminación de los escenarios, pero ahora se me abren nuevas posibilidades.
Os pongo algunas muestras de lo que he sacado.
Los resultados son incomparables con lo que hice el año pasado con la K-7, a pesar de la gran mejora que supuso esa cámara.
Saludos