Desde luego que están tocando la misma melodía. Esa que luego nos toca bailar a los demás.
Saludos.
Podríamos decidir que no queremos bailarla nunca más, si fuésemos más inteligentes a la hora de elegir quién toca la melodía. Pero, parece ser, por lo que cuenta nuestra historia a lo largo de los tiempos, que nos gusta bailar y bailar y bailar..., y seguir bailando
¡Siempre tropezando con la misma piedra
! ¡Qué pena
!
¡Un saludo
!