Con dos ojos diría yo, uno mirando directamente al "friki" de la cámara y otro de reojo a la calle. Parece que da de sí el pueblecito ese.
Asombro muestra ese ojo -el que de reojo mira- y un poco de enojo tal vez, al ver que se les está tratando -a él y a los suyos- como si fueran caniches. Un respeto, si us plau!
Y sí,
javocho, ese pueblecito da mucho de sí, pero el "friki", sobre disponer de muy poco tiempo, no es más que un aficionadillo y ese pueblecito se merece más.
Otra manera de ver la ciudad, sin duda, y muy interesante.
Andaba yo mosqueado, pero tu comentario me ha levantado el ánimo. Que mi mirada te haya resultado interesante es más de lo que podía esperar. Lamentablemente, mañana daré por finalizado un itinerario que arrancó en el Guinardó.
Gracias a los dos y un cordial saludo.